Un equipo internacional liderado por científicos belgas y compuesto del investigador chileno Dr. Gabriel Pinto (quién ha cursado su doctorado en el Instituto de Ciencias Plantearias INCT de la UDA) ha recuperado 115 meteoritos antárticos con un peso total de más de 2 kg durante la actual Expedición de Investigación Antártica Belga 2024-2025 (BELARE).

El equipo de búsqueda de meteoritos, compuesto por tres científicos trabajando en universidades belgas y en Francia, el Dr. Hamed Pourkhorsandi, Prof. Dr. Steven Goderis, Prof. Dra. Vinciane Debaille y el científico Chileno Dr. Gabriel Pinto de la Université libre de Bruxelles, sumado a dos guías de campo, hicieron una primera parada en la zona de Balchenfjella en busca de meteoritos antes de dirigirse a las montañas Bélgica el 15 de diciembre 2024.
El equipo comenzó la misión en la estación Antártica Princesa Elisabeth situada al norte de las montañas Sør Rondane, donde los investigadores suelen orientarse y entrenar antes de partir al terreno de investigación. La campaña 2024-2025 se llevó a cabo en las remotas montañas Bélgica, situadas a más de 300 km al sureste de la estación de investigación. Además de varios meteoritos, el equipo también recuperó varios miles de micrometeoritos, partículas de polvo cósmico de menos de 2 mm de diámetro, junto con abundantes muestras de hielo, suelos y roca. A pesar de que la misión belga dedicada a la recuperación de meteoritos en antártica se ha realizado en 2009-2010, 2010-2011, 2012-2013, 2018-2019 y 2022-2023, es la primera vez que un investigador chileno participa en ella.
Los meteoritos suelen encontrarse en campos de hielo azul donde cadenas montañosas enterradas empujan los glaciares hacia la superficie y el hielo es erosionado por fuertes vientos catabáticos. Desde la década de 1970 se han llevado a cabo diferentes programas de recuperación de meteoritos, ya que cada pieza contiene información valiosa sobre la formación y evolución del sistema solar y los cuerpos celestes, incluyendo la Tierra, la Luna y Marte, así como la llegada de agua, compuestos volátiles y materia orgánica a nuestro Planeta Tierra.

Los planes iniciales de viaje mediante convoyes de contenedores tuvieron que ser abandonados en favor del transporte aéreo debido al difícil terreno. El campamento base fue realizado en carpas preparadas para las condiciones extremas en Antártica. Las condiciones en el campamento fueron extremadamente duras, incluso para el verano antártico, con temperaturas que descendieron hasta -31˚C debido al efecto del viento. Cada día, el equipo de investigadores utilizaba motos de nieve en una formación en V para cubrir áreas extensas de manera eficiente.
Más impresionante que el número de meteoritos recuperados fueron los tipos encontrados. Entre ellos se incluyen al menos dos acondritas (meteoritos rocosos que representan mantos planetarios) y condritos carbonáceos, los meteoritos más primitivos cuya composición es similar al material original de la nebulosa solar, la gigantesca nube giratoria de gas y polvo que formó nuestro sistema solar hace aproximadamente 4.600 millones de años.

“Ha sido una experiencia increíble, es un verdadero orgullo ser el primer científico chileno colaborando con la expedición belga para la búsqueda de meteoritos en Antártica”, dijo el Dr. Gabriel Pinto Morales sobre su participación en esta misión de búsqueda. Gracias a los (micro)meteoritos es posible entender los procesos involucrados en la formación y evolución de nuestro sistema solar, además de entender como el material extraterrestre interactúa con las condiciones en nuestro planeta, como son alterados y modificados en las diferentes superficies donde se acumulan. “Es sumamente interesante entender los procesos asociados con la acumulación de meteoritos en Antártica y sus diferencias con las condiciones de acumulación que ocurren en el Desierto de Atacama al norte de Chile”, añadió el investigador chileno que ha realizado variadas investigaciones enfocadas en las condiciones químicas y mineralógicas de los meteoritos encontrados en el Desierto de Atacama.
Los meteoritos serán enviados al Real Instituto Belga de Ciencias Naturales en Bruselas para su descongelación, conservación y clasificación detallada. Posteriormente, estarán disponibles para su estudio tanto para los equipos de investigación involucrados como para la comunidad científica internacional. Esta misión de exploración ha sido posible gracias al financiamiento de la Política Científica Belga (BELSPO) y al significativo apoyo logístico proporcionado por la Fundación Polar Internacional (IPF).
