Claudia Navarrete Díaz acaba de lanzar su segundo poemario inspirado en la cosmovisión Colla, titulado “Pacha Willka. Tierra Sagrada”, nuevamente bajo el alero de Ediciones Tierra Culta. Este trabajo literario, al igual que “Huellas al Sol. Recuerdos a mano alzada”, su primer libro, cuenta con ilustraciones esta vez a cargo de Christopher Rojas Tapia.
Claudia Navarrete Díaz lanza su segundo poemario inspirado en la cosmovisión Colla, titulado “Pacha Willka. Tierra Sagrada”. Este es su segundo trabajo literario y está dedicado a las vivencias del mundo colla, al igual que “Huellas al Sol. Recuerdos a mano alzada”, su primer libro. Cuenta además con ilustraciones y hace un repaso por la vida en la montaña en la Región de Atacama. El libro lo lanzó el pasado miércoles 28 en la Plaza Baquedano de Tierra Amarilla y en dependencias de la Librería Tierra Culta de Copiapó.
Claudia Navarrete Díaz es parte de la comunidad colla “Tierra Viva” de Tierra Amarilla. Con un prólogo de la Investigadora de la Literatura y Magister en Literatura Latinoamericana, Karen Pesenti, señala que “la poeta no reside su protagonismo en ella, sino en sus ‘personajes’, como estrategia escritural que se pone al servicio de otra cuestión, la dificultad de elegir entre todos quienes necesitan ser recordados”. A continuación una breve conversación con Claudia Navarrete, acerca del proceso de creación de su segundo trabajo lírico.
– ¿Cómo ha sido la experiencia en la construcción de tu segundo poemario y, si al igual que el primero, “Huellas al Sol”, está inspirado en la cosmovisión Colla?
De harto esfuerzo y me ha costado un poco más, o doblemente, ya que soy madre soltera y actualmente estoy cesante y no cuento con la tecnología necesaria para avanzar en este tipo de trabajos, pero a pesar de todo eso, una bonita experiencia. He dejado los cuatro elementos a un equipo y al alma que deja plasmado lo que sea necesario para enriquecer la cosmovisión de mi pueblo Colla
– ¿Cómo ha sido el recibimiento por parte de la comunidad a la que perteneces, de tu trabajo poético y de la consolidación de un discurso étnico, asociado a tu pertenencia con el pueblo Colla?
El recibimiento por parte de mi comunidad ha sido excelente. Mi libro ha tenido buena acogida, saben de mis ganas de seguir escribiendo y están dispuestos a colaborar en lo que sea necesario, ya sean relatos, historias, mitos, recetas, fotografías, etc. Y seguir visibilizando nuestro pueblo vivo. Se me hicieron pocos los libros, ya que es una comunidad muy grande y hay mucho interés en adquirirlos.
– ¿Cuál, dirías tu, es la diferencia entre este nuevo trabajo y tu anterior poemario, “Huellas al Sol”, que fue publicado el 2021? ¿Hay una continuación de los temas o apuestas por otra experiencia poética?
Hay algo de continuidad, pero también hay vivencias y dolores del alma que a veces cuesta que lo cuenten o lo digan, pero esta vez esas vivencias van a estar plasmadas también en este libro de Pacha Willka. Experiencias en la cordillera, en la parte del desierto, en la transhumancia de gente que aún está entre nosotros y algunos que ya no lo están y también hay mensajes para los que vendrán. Y si, pretendo hacer otros libros con leyendas, historias, recetarios, gastronomía, medicina, instrumentos, ciencias ancestrales, etc. Hay mucho por plasmar y mucho por hacer, por los que ya no están, por los que están y por los que vendrán.
– ¿Cómo has sentido la experiencia de publicar dos libros, con una diferencia de menos de un año entre cada lanzamiento y qué ha significado para tu rol como escritora o divulgadora de la cultura Colla?
Estoy feliz. Trato de ir mejorando y aprendiendo para obtener un libro que sea fácil de entender y grato de leer. Se hizo poco el segundo libro, ya que quedó harta poesía para un próximo libro. Sé que tengo una gran responsabilidad con mis ancestros y con los nuestros, tengo mucho por plasmar, tengo la fe, fuerza y esperanza intactas, y con mi alma dolida por gente que ayude y me traicionaron. Por un momento pensé en parar con esto de lo dirigencial, pero la gente que sabe quién es Claudia Colla, me hizo saber que eso pasará y que diga con más fuerzas que todo estará bien. Mis sueños y metas es llegar a escribir uno o dos libros al año.
Mi hijo Giancarlo, al cual amo con mi alma, me da la fuerza para seguir con este desafío.
Doy gracias a mi coordinadora Daniela Villalobos, Karen Pesenti, Tierra Culta, Rodrigo Mora, Luis Contreras y a mi gente linda que apoyó con su oralidad para conmigo. Simplemente estoy agradecida y con mi alma tranquila por seguir con lo que me encomendaron los que ya no están. Espero que este humilde trabajo sea de su agrado, está hecho con el alma de varias generaciones.
